Realmente nuestro encanto reside en nuestras diferencias. Ni mejores, ni peores, simplemente distintos.
Hay tantos elementos que resultan superfluos a largo de nuestra vida que nos olvidamos de los que realmente son importantes. De los que nos pueden ayudar a ser mejores y no más g........., pero es nuestra condena.
Por eso os dejo este corto, para recordar que lo diferente es bello y que necesitamos de otras personas para ser felices, aunque no sean iguales.